miércoles, 16 de mayo de 2012

Tema 2. Textos folclóricos. Selección y adaptación. (Parte 2)



Gianni Rodari también hizo una clasificación de los cuentos.
La teoría de Gianni Rodari explica que los niños tienen mucha imaginación y que cuando van a la escuela los adultos “se la robamos”. No aceptamos su forma creativa de ver el mundo.
En su libro “Gramática de la fantasía" enseña y explica a los maestros como potenciar toda esa imaginación.
Su objetivo era separar los cuentos en temas para trabajarlos con los niños en función de sus objetivos. Hay muchas historias basadas en las técnicas de Rodari.

Sus cuentos los divide en:

  • Cuentos de animales: (salvajes, domésticos…)
  • Cuentos mágicos: (seria la clasificación en las hadas de Propp) con un añadido de los cuentos mitológicos.
  • Cuentos de bromas y anécdotas: La diferencia entre Propp y Rodari era principalmente el objetivo de su clasificación, pero la diferencia más grande es que un era ruso y otro italiano. La cultura Rusa es muy diferente a la mediterránea y por supuesto esto se nota muchísimo en la literatura.


Ana pelegrín, la cual nos ofrece una clasificación que pretende ser una completa guía del Cancionero Infantil, partiendo de una idea muy concreta: recopilar todo lo que el niño, total o parcialmente, usa, sin considerar si ello es de tradición infantil o no.

Clasifica los cuentos en;

A) Cuentos de fórmula.

  • Cuentos de mínimos. Comienzan con una frase en la que se enuncian el personaje y la acción, cerrándose en otra frase concluyente.
  • Cuentos de nunca acabar. Comienzan informándonos de algo y concluyen con una pregunta, esta pregunta da pie a seguir el cuento con el esquema inicial.
  • Cuentos acumulativos. Vinculado a las estructuras líricas y pueden servir para jugar y desde luego como estímulo memorístico.

B) Cuentos de animales.

  • Animales salvajes con o sin humanos (“Los tres ositos”).
  • Animales salvajes y domésticos (“La Caperucita roja”, “Los tres cerditos”).
  • Animales domésticos (“La ratita presumida”, “El patito feo”).
  • Pájaros, peces y otros animales (“Por qué el pino, el abeto y el enebro conservan sus hojas en invierno”).

C) Cuentos maravillosos.

  • Cuentos mágicos (“El flautista de Hamelín”, “La princesa y el guisante”).
  • Adversarios sobrenaturales (“Blancanieves”).
  • Esposo o esposa encantados (“La bella durmiente del bosque”, “La bella y la bestia”).
  • Tareas sobrehumanas (“La casita de chocolate”, “Alibabá y los cuarenta ladrones”).
  • Protectores y ayudantes (“La Cenicienta”, “El gato con botas”).
  • Obreros mágicos (Por ejemplo: “Pulgarcito”, “Aladino y la lámpara maravillosa”).

A través del libro, «La aventura de oír» Ana Pelegrín nos invita a la búsqueda y a la recuperación de la palabra, afincada, por esta vez, en el cuento de tradición oral. Palabra, memoria, imaginación, emoción, que van y vienen a través de las páginas, en un nítido empeño de implicar al lector en su propia experiencia, de abrir interrogantes, de reclamar su participación.









Ahora os hablaré sobre los hermanos Grimm


Los hermanos Grimm, nacieron ambos en Hanau (Alemania). El mayor, Jakob Ludwig Karl, nació el 4 de Enero de 1785, y Wilhelm Karl, el 24 de febrero de 1786. Fueron sus padres, el abogado y secretario del ayuntamiento de Hanau, Phillip Wilhelm Grimm y Dorothea Zimmer.
Eran personas muy serias, lo que hoy en día llamaríamos filólogos. Escribieron ”El diccionario alemán” (aparte de sus cuentos) y muy ligados a las normativas gramaticales de la lengua.

Sus cuentos populares, recogidos de versiones orales como la de Pastora, una mujer que les relató varias de las historias, los llevaron a la fama y plasmaron por escrito, cambiando en ciertos aspectos los contenidos de la tradición popular. Las “Sagas alemanas” (1816-1818) y “Cuentos infantiles y del hogar” (1812-1822), fueron ampliadas en 1857, trascendiendo con el nombre de “Cuentos de hadas de los hermanos Grimm”. Allí se incluían cuentos como “Blancanieves y los siete enanitos”, “La Cenicienta”, “Hänsel y Gretel”, “Juan sin miedo”, “Caperucita Roja” o “El sastrecillo valiente”.

Los hermanos Grimm vivieron en un movimiento cultural, artístico, ideológico y político que se pone de moda en toda Europa pero que nace en Alemania, es el llamado Romanticismo. Es un movimiento que afecta a muchos aspectos de la vida.
Es muy complejo, es una vertiente muy importante; era la política, eran liberales y revolucionarios (de izquierdas) eran los raros de la sociedad.
Los románticos eran muy nacionalistas de su propia cuna.

Debido a esto, un editor les propuso hacer una antología de cuentos folclóricos alemanes para conservar todos los cuentos alemanes para que no se perdieran.
Les pareció buena idea, aceptaron y empezaron a preguntar a sus conocidos por estas historias para reunir una colección interesante para hacer un libro. Se publicó con el nombre de “Cuentos del niño y del hogar”. No eran para niños de infantil sino a partir de 9 o 10 años.
Estos cuentos que aparecen en el libro no están adaptados, solo hicieron una labor de cambio de palabras, pero la edición fue muy fiel a lo que habían recibido y escuchado.
Este libro se vendió muchísimo hasta acabar la primera edición y sacaron la segunda.
La editorial comenzó a recibir cartas de los padres de los niños más ricos que leían sus cuentos, explicaban que esos cuentos no tenían elementos muy adecuados para los niños (sangre, violencia, sexo, incesto, muertes gratuitas, violaciones…). La editorial pidió a los hermanos Grimm que los modificasen, en un primer lugar dijeron que no porque querían conservarlos tal y como eran, pero al final lo cambiaron.
Cambiaron ciertas cosas y aspectos para que los libros fueran más adecuados para los niños.

Al salir al mercado la 3ª edición, aparece con otro nombre: “Cuentos del niño y del hogar”. Se acerca más a los niños, pero todavía no de infantil, sino de unos ocho o nueve años, aproximadamente, puesto que los cambios fueron mínimos, ya que su objetivo seguía siendo el mismo.



Los hermanos Grimm hicieron muchas más ediciones, hasta llegar a cuatro o cinco volúmenes e iban añadiendo cuentos para que fueran más adecuados para los niños. Son los recopiladores más conocidos en Europa y los más estudiados. Disney cogió muchas de sus versiones y se extendieron a América, África…

En cuanto a Perrault se refiere os diré que…


Charles Perrault,  fue la primera persona que podemos nombrar referente a los cuentos folclóricos.

El Rey Sol, le encantaba que le entretuvieran, que le hicieran magia, que le contaran historias…Una de las personas que contaba cuentos e historias a este rey fue Charles Perrault que trabajaba en la corte como pedagogo. Era muy religioso y muy humanista. Creía que la corte de Luis XIV estaba en decadencia y él quería moralizar a la corte.

Recogió muchas historias diferentes de distintas fuentes, muchas las recogió de las nodrizas que se las contaban a los niños. Eran cuentos italianos, leyendas celtas…

Charles Perrault recoge historias folclóricas, las adapta con el objetivo de convertirlas en historias moralizantes. Perrault no es autor, sino adaptador.
No solo los adapta sino que también les añade sus propias moralejas a las historias. Ejemplo: Cenicienta, El gato con botas, Pulgarcito…
Todos los cuentos de Perrault en su adaptación les da enseñanzas moralizantes.

Publica un libro llamado “Les contes de fées”.



Tras esta breve y resumida historia sobre aquellos autores que destacaron en cuanto a la literatura folclórica se refiere, os voy a plantear una última pregunta…

¿Cómo podemos adaptar un texto folclórico para nuestros más pequeños?

Pues bien, cuando nos disponemos a contar un cuento podemos contarlo como nos lo han contado a nosotros, pero haciendo cambios no intencionados, por lo que ya sería nuestra propia versión; o podemos hacer una adaptación de la historia que hemos escuchado nosotros, haciendo cambios intencionados por algún motivo especial. (como ya veréis en la actividad de este bloque 2)

Al hacer una adaptación, debemos respetar los aspectos básicos del cuento como son:

  • El rol de los personajes

  • Las pruebas por las que pasa el personaje: no debemos cambiarlas. Los personajes pueden cambiar de animal a persona o viceversa, pero deben simbolizar lo mismo.

  • Los protagonistas se deben enfrentar a pruebas y a personajes malvados para poderse dar cuenta de sus errores, porque incluso de las cosas malas se pueden sacar cosas buenas.

En la prosa, a lo largo de los años, ha habido muchos adaptadores que han tenido gran repercusión social. Los mejores en España fueron Saturnino Calleja, el Padre Coloma, y Ferrán Caballero.




          
Bibliografía

Todo lo que he redactado en este tema lo he sacado de apuntes de mis compañeras, y mios. Además también me he basado en algún blog de mis compañeras de clase.

El único aspecto que ha sido sacado de Internet, han sido las pequeñas biografías que he comentado de los autores.


Enlaces web interesantes











1 comentario: